sábado, 20 de diciembre de 2008

देस्दे एल लेतिसको ब्रातिस्लावा...

Nunca me pone nerviosa coger un avión. Nunca. Y ahora mismo, desde el aeropuerto de Bratislava, a media hora de estar a las alturas camino de España, estoy como un auténtico flan.
Será que esta vez las cosas son diferentes.
Tengo muchas ganas de llegar a casa, a mi casa. Tengo ganas de que mi madre me despierte por la mañana, de que mi abuela me cuente las mismas historias de siempre, de discutir con mis hermanos, de tomar bravas (del Burgos) con mis amigos, de despertar de la siesta a mi padre para que vaya a trabajar, de ir por el Espolón, de ver la Catedral, de ducharme en condiciones, de comer un buen cordero asado, de poder comer fuera de casa algo que no sea con pollo…

Sí.

Aun así, echaré mucho de menos todo lo que he estado viviendo durante estos 3 meses.



Ayer, las niñas de mi clase se quedaron en Bratislava, en lugar de irse a sus casas (porque casi nadie de los que he conocido viven en Bratislava) para hacer una fiesta y despedirme en condiciones.

Qué monas son…



Más noticias, pronto, desde Burgos :)





2 comentarios:

Anónimo dijo...

No sabia que tuvieras blog Reyes, jeje

Siempre se hace raro volver, pero lo raro es que si tengas ganas, jajaja

Pasalo muy bien en navidades :D

Anónimo dijo...

Bonito paisaje para ti que no corriste el riesgo de perder el avión de vuelta a casa... no pudimos montar en el autobús que venía a reventar de gente, no había taxis por ningún lao, carol al borde de un ataque de nervios, yo diciendo "el año pasao ya perdí el avión de vuelta a casa..." menos mal que al final todo salió bien jajaja