El fin se acerca...

Estamos llegando a la peor época de todo Erasmus: El final.

En estos días, la persona en cuestión tiene un cúmulo de sentimientos en su cabeza: tristeza, depresión, ganas de aprovechar el momento, arrepentimiento por no haber hecho cosas anteriormente, nerviosismo...

Nosotros, los Erasmus Bratislava hemos decidido combatirlo de la siguiente manera:

Un viaje de 10 días. El cual empezará en Eslovenia y acabará en Croacia.

Ya está mirado el buen tiempo que tendremos,
y metidos los vestidos de verano y el bikini en la maleta.

Nos vamos a combatir esta mezcla de sentimientos !!




Foto: Nuestro nuevo gran helado:

Polonia - Cracovia

El fin de semana pasado fuimos a Polonia los que faltábamos por ir. Fue un viaje bastante curioso. Lo primero de todo, deciros que el viaje lo organizamos un poco mal, bueno, en realidad salió así porque no pudimos partir hasta cierta hora del día.
Los trenes - que podréis consultar siempre siempre en está página tan útil - estaciones de trenes nos llevaron de Bratislava, pasando por República Checa, para llegar a Polonia.

Así, a las 22:30 pisábamos territorio Cracoviano. Una de las principales excusas del viaje era la famosa fiesta estudiantil llamada Juwenalia, a la que os recomiendo ir.
Esta fiesta representa la entrega de llaves a las correspondientes ciudades polacas por parte de los estudiantes. Hay una marcha desde cada facultad hasta la plaza principal.
Por lo que vimos era más bien una competición entre universidades. Pero todo muy divertido. Gente disfrazada, concursos, conciertos en toda la ciudad, barbacoas en cada campus...






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El Domingo, gran contraste con lo que habíamos estado viendo.
Fuimos a Auschwitz. Cogimos un autobús desde la estación principal de Cracovia que nos costó 20 Slotis, o sea, menos de 5 euros.
En hora y media llegamos allí.

La verdad es que impresionante. Decidimos hacer el recorrido por el campo de concentración con una guía que nos fue explicando todo.
No pensamos que nos impactaría tanto.


Sin palabras. Aquí os lo muestro en estas fotos que hice:

Bienvenidos a la recta final.

Bienvenidos a la recta final.
Estamos a dos meses de que todo acabe. Ahora es el momento en el que notas una sensación rara al hablar de todo esto.
Serán 10 los meses pasados aquí. Tan diferente, tan intenso… Será muy difícil volver a nuestra vida anterior. Cada uno a su manera, pero todos seguramente que un poco tristes.
Ahora surge la pregunta, ¿qué cosas me quedan por hacer?
Supongo que disfrutar al máximo de los amigos, de hacer los viajes que han quedado en el aire, de acabar la universidad de la mejor manera posible (y más rápida) para poder estar más tranquilo.

Hace tiempo que no escribo. Han pasado muchas cosas como un viaje muy divertido a Berlín, muchas fiestas de disfraces temáticas, muchas risas, muchas horas muertas en la cama, muchas series, muchos viajes a Viena, a Budapest… cosas bastante difíciles de plasmar mediante un teclado de ordenador.

Ayer al llegar a mi habitación (por favor, no os asustéis) encontré una paloma (viva) en mi estantería. Cómo se ha podido colar y porqué no se asustaba de nosotros no lo sé.

¿Tendrá esto un segundo significado?

Este viernes en Bratislava...

Vuelta a casa...

Escuchando Regina Spektor,
escribo desde mi cama, bañada por los nuevos rayos de sol Bratislavos.

Entre las muchas cosas que tengo que hacer hoy está

-HACER LA MALETA

Mañana me voy a España (Marbella). Y aunque la universidad Comenius tan sólo me permite hacerlo 4 días, estoy llena de estupor.

:)

Ver a mis padres, a mi hermanita, comer paella, la playa, pescadito, deshacerme de la ropa de invierno, ropa nueva, pechugas rellenas de mamá...

Sí...

cada vez tengo más ganas de que llegue mañana

Bratis a 23 grados !!

Llega el buen tiempo.
Ver el cielo azul en Bratislava es algo que se nos hace bastante raro.
Además, eso trae ciertos añadidos:

el sol se deja ver. Ya hemos tenido alguna sesión de "aversimepongomorena" en un laguito que hay en el centro. O en la cama por la mañana, que yo la tengo al lado de la ventana. ¿Por qué no?

Bratislava se ha llenado de gente. ¿Dónde estaban todos?

Niños, bicicletas, patinadores, perros, canoas...
Cosas que nos parecían imposibles hace tan sólo un mes, cuando levantarse por las mañanas y ver una capa de 10 centímetros de nieve sobre los coches era una cosa normal.

Así que, con jersey en mano, nos hemos puesto manos a la obra, y nos vamos todos los días que podemos a comer al lado del Danubio, haciendo nuestra barbacoa, o llevando nuestras ensaladas fresquitas desde casa.

No podemos parar de hacer planes. Que si la cueva de Banska Stiavnica con agua a 40º... o al balneario de Piestany, o alquilar una furgoneta entre varios y hacer un tour por los pueblos de Eslovaquia...

¡qué gusto, oiga!

Vídeo: Viaje Venecia

Aquí tenéis el vídeo recién hecho de nuestro viaje a venecia

Carnaval carnaval... carnaval te quiero..!

Nada más llegar de Estambul deshago y vuelvo a hacer mi maleta.
Esta vez viajaba con las niñas y nos íbamos a un sitio completamente diferente.

Los Carnavales de Venecia.

El avión nos dejaba cerca de Milán, en Bérgamo más concretamente. Allí teníamos reservada una preciosa habitación en uno de los hostales problablemente más bonitos de Bérgamo.



Celebramos con unos vinos el comienzo de viaje en Citta Alta (os recomiendo no ir en taxi porque a nosotras nos timaron bien) y al día siguiente lo visitamos bajo la luz del sol.

La verdad es que parecía un pueblo un poco soso, pero en cuanto empezamos a adentrarnos en sus profundidades nos encantó!





De allí partimos a Pádova (Con el intento fallido de hacer una parada en Verona. “Oye Manolo, una cosita…”) y fuimos partícipes de una buena fiesta dominguera Erasmus… Nos gustó mucho el ambiente.

Después de esto, el siguiente destino era el importante. Venecia. Así que de repente, con una peluca en mano, nos vimos en un Vaporetto- esos barquitos que hacen función de metro- que por supuesto no pagamos, ya que costaba 7 euros cada viaje.

Visitamos todos sus encantos, como la Plaza de San Marcos, el Puente de Los suspiros, la Basílica de San Marcos…

Qué preciosidad!

prometo actualizar más a menudo...

Viaje a Estambul: ciudad imperial entre dos continentes

Hay veces que tan solo necesitas cosas como un empujoncito, o levantarte de la cama con el pie derecho para que todo empiece a ir bien por sí solo.

Un buen aterrizaje hizo que todos los pasajeros aplaudieran al unísono al piloto. Habíamos llegado a Estambul.

Y es verdad que ya desde un primer momento el viaje pintaba muy bien, con alta probabilidad de ser uno de mis viajes favoritos hechos durante mi erasmus.

Cada uno es diferente. Pero sabía que en este especialmente aprendería muchas cosas, tanto histórica como culturalmente. Además era la primera vez que viajaba con aquellos compañeros.

Llegamos muy tarde a Estambul. 5 de la mañana. Y después de un taxi, en el que por supuesto tuvimos que regatear el precio, llegamos al hostal y nos dejan dormir esa noche gratis.

Ya por la mañana, todos más descansados, quedamos con nuestro amigo Ersin, que había estado viviendo en Bratislava durante el primer semestre y ahora estaba de vuelta a su país preparándose para ir a la mili turca.

En cuestión de un par de semanas, pasó de un Ersin fiestero y rompecorazones de Erasmus a un turco responsable y organizado.



Se encargó de enseñarnos los encantos de la ciudad. Palacio Topkapı, Cisterna de Basílica, La Iglesia de la Divina Sabiduría, Hagia Sophia, Mezquita Azul, El Gran Bazar…


Días más tarde quedamos con Ercan, otro antiguo compañero nuestro. Nos sorprendió al ver lo religioso que era. Algún amigo accedió a acompañarle el viernes a rezar en la Mezquita Azul. Toda una experiencia!!
Aunque claro, acabó más que sorprendido, con un buen dolor de rodillas.



Comimos los Kebabs más deliciosos, compramos un montón de cosas, trajimos te y especias, dimos un paseo en barco hasta la zona asiática, disfrutamos de un lujoso Brunch, montamos en camioneta, vimos turquía en miniatura...



Además tuvimos tiempo para el puro placer. Al lado del Gran Bazar hay unos baños turcos, construidos en 1600. Y allí nos encontrábamos todos con una mini toalla lanzándonos agua con un pequeño baril después de un curioso masaje y limpieza de piel.

Todo un lujo.

Paris, Oh lá lá

Estuve unos días en París visitando a mi amigo de la universidad, Dani. Lo pasamos muy bien, como era de esperar. La ciudad, con un encanto infinito; Dani, tan genial como siempre.

Me gustó ver cómo estaba viviendo su Erasmus. Parece mentira que de la misma solicitud que hicimos ya hace un año, nuestro día a día sea tan asombrosamente diferente.


Todo con sus ventajas y desventajas, llegamos a la conclusión de que ninguna era mejor. Tan solo distintos.


Mi vuelta a Bratislava fue caótica. Skyeurope tan liosos como siempre cancelándome los vuelos a unas horas de cogerlos... pero bueno. Llegué con ganas de empezar un nuevo y diferente semestre. Gente nueva llegando cada día. Poco a poco va cogiendo otro color...



Aquí unas fotillos de mi viaje: