Ver el cielo azul en Bratislava es algo que se nos hace bastante raro.
Además, eso trae ciertos añadidos:
el sol se deja ver. Ya hemos tenido alguna sesión de "aversimepongomorena" en un laguito que hay en el centro. O en la cama por la mañana, que yo la tengo al lado de la ventana. ¿Por qué no?
Bratislava se ha llenado de gente. ¿Dónde estaban todos?
Niños, bicicletas, patinadores, perros, canoas...
Cosas que nos parecían imposibles hace tan sólo un mes, cuando levantarse por las mañanas y ver una capa de 10 centímetros de nieve sobre los coches era una cosa normal.
Así que, con jersey en mano, nos hemos puesto manos a la obra, y nos vamos todos los días que podemos a comer al lado del Danubio, haciendo nuestra barbacoa, o llevando nuestras ensaladas fresquitas desde casa.
No podemos parar de hacer planes. Que si la cueva de Banska Stiavnica con agua a 40º... o al balneario de Piestany, o alquilar una furgoneta entre varios y hacer un tour por los pueblos de Eslovaquia...
¡qué gusto, oiga!
1 comentario:
pero vente a tomar el sol aquí, morena! digoooo... rubia!
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