viernes, 13 de marzo de 2009

Viaje a Estambul: ciudad imperial entre dos continentes

Hay veces que tan solo necesitas cosas como un empujoncito, o levantarte de la cama con el pie derecho para que todo empiece a ir bien por sí solo.

Un buen aterrizaje hizo que todos los pasajeros aplaudieran al unísono al piloto. Habíamos llegado a Estambul.

Y es verdad que ya desde un primer momento el viaje pintaba muy bien, con alta probabilidad de ser uno de mis viajes favoritos hechos durante mi erasmus.

Cada uno es diferente. Pero sabía que en este especialmente aprendería muchas cosas, tanto histórica como culturalmente. Además era la primera vez que viajaba con aquellos compañeros.

Llegamos muy tarde a Estambul. 5 de la mañana. Y después de un taxi, en el que por supuesto tuvimos que regatear el precio, llegamos al hostal y nos dejan dormir esa noche gratis.

Ya por la mañana, todos más descansados, quedamos con nuestro amigo Ersin, que había estado viviendo en Bratislava durante el primer semestre y ahora estaba de vuelta a su país preparándose para ir a la mili turca.

En cuestión de un par de semanas, pasó de un Ersin fiestero y rompecorazones de Erasmus a un turco responsable y organizado.



Se encargó de enseñarnos los encantos de la ciudad. Palacio Topkapı, Cisterna de Basílica, La Iglesia de la Divina Sabiduría, Hagia Sophia, Mezquita Azul, El Gran Bazar…


Días más tarde quedamos con Ercan, otro antiguo compañero nuestro. Nos sorprendió al ver lo religioso que era. Algún amigo accedió a acompañarle el viernes a rezar en la Mezquita Azul. Toda una experiencia!!
Aunque claro, acabó más que sorprendido, con un buen dolor de rodillas.



Comimos los Kebabs más deliciosos, compramos un montón de cosas, trajimos te y especias, dimos un paseo en barco hasta la zona asiática, disfrutamos de un lujoso Brunch, montamos en camioneta, vimos turquía en miniatura...



Además tuvimos tiempo para el puro placer. Al lado del Gran Bazar hay unos baños turcos, construidos en 1600. Y allí nos encontrábamos todos con una mini toalla lanzándonos agua con un pequeño baril después de un curioso masaje y limpieza de piel.

Todo un lujo.










1 comentario:

Ines_tables dijo...

Gran ciudad verdad?

Besicos!