Druzba Vs Gran Hermano

Matthias se ha ido. Nuestro alemán favorito procedente de Pfaffenhofen.

Mucha gente decide irse de erasmus por un semestre. Puedes tener tus razones, claro está, pero discutibles. La verdad es que irte a mitad de año de vuelta a tu país es como cuando tu madre venía a buscarte pronto a un cumpleaños... es algo así. Y eso no está nada bien.

Otros no es que decidan volver, sino que no tienen en sus manos el poder para cambiarlo. Y ese es el caso de nuestro querido Matthias, que ha ido dirección estación de tren con lágrimas en los ojos.

Os preguntaréis, y por qué, si sólo os conoce de 4 meses, se va llorando?


Esto es casi como una de esas series televisivas absurdas, amigos...


Ninguno de nosotros hemos estado en Gran Hermano y por el momento no entra en nuestros planes a corto plazo, pero todos nos sentimos como si nuestra residencia nos esté haciendo recordar nuestros momentos más intensos en la casa.

Digo esto por cómo suceden las cosas. Es un ritmo que no es normal. Una semana (y me refiero a esas semanas que consisten de 7 días) es como un mes en España. Las relaciones con la gente se hacen mucho más rápidas, y con ello, más profundas.

Vivimos 24 horas del día juntos, puerta con puerta. Y no llevarse un buen amigo de aquí es difícil.

Así que no me queda otra cosa que (también con lágrimas en los ojos) desearle a Matthias mucha suerte y esperamos visitarle pronto...